
LOS
SÍNTOMAS
Los primeros síntomas de
la enfermedad suelen consistir en debilidad, pérdida de fuerza progresiva,
torpeza, disminución de la masa muscular y presencia de calambres con más
frecuencia de lo habitual, sobre todo después del ejercicio, indica la Sociedad
Española de Neurología. Asimismo, esta entidad expone que la enfermedad suele
evolucionar hasta la parálisis completa.
“Los pacientes van
perdiendo fuerza y los músculos se atrofian. Llega un momento en el que ya no
pueden caminar y necesitan sillas de ruedas. La musculatura respiratoria
también se ve afectada, por lo que respiran con dificultad y precisan máscaras
de aire con presión. Además, cuando los músculos implicados en la deglución
llegan a afectarse, no se pueden nutrir y hay que ponerles una sonda en el
estómago”, “Tenemos fisioterapia, cuidados respiratorios, nutricionales, etc.”
Pero lamentablemente no hay un tratamiento curativo todavía.
“Nos quedamos en un
producto llamado riluzole, que salió hace unos veinte años. Es el único
tratamiento que actúa sobre los mecanismos de la enfermedad. Retrasa un poco su
evolución, aunque no mucho”, subraya.
Con esto concluimos que
esta enfermedad es muy grave, ya que nos puede llegar a causar la muerte. Es
una enfermedad degenerativa de tipo muscular, las personas que lo padecen
pierden su movilidad.